ENTRE LA TERQUEDAD Y LA PREPOTENCIA

Hace muy poco que la Compañía Flysur cesó en su actividad en el aeropuerto de Córdoba. Desde los foros y periódicos digitales pedimos una y otra vez que nos aclararan las verdaderas causas del cierre, para no intoxicar más a la población. La Compañía, mareando la perdiz, primero dijo que eran causas meteorológicas. Más tarde, que el aeropuerto no disponía de torre de control. Se le pidió incluso, no una lista, sino el total de pasajeros en los últimos vuelos previos al cierre. Pero aquí nadie ha dado explicaciones. Parece ser que enterrar la cabeza en la arena es un gran remedio ante la incompetencia manifiesta de todas las autoridades en la materia.
Nuevamente, nos desayunamos con otra "andanada" de nuestra alcaldesa, cuando afirma en el periódico El Día que, tras la ampliación serán posibles los vuelos nocturnos, ante lo que cabe preguntarse si ha sufrido un lapsus y no recuerda en qué ciudad vive. Efectivamente, este es un proyecto que no tiene marcha atrás, como bien decía la alcaldesa, ya que, gastamos pólvora del rey, esto es, dinero público. No importa que se malgaste a sabiendas de que es un proyecto inútil.
La Compañía Flysur, duró un mes y poco más, por falta de pasajeros, la realidad que nadie ha querido reconocer. Tras la ampliación, los vuelos nocturnos serán de "logistica", o lo que es lo mismo, transporte. La pregunta es la siguiente: ¿Acaso Federal Express tiene delegación en Córdoba? O, tal vez sea una nueva compañía, que se llamará Córdoba Express....
Es lamentable el afan por confundir e intoxicar día a día a la población, con falsas expectativas de progreso para nuestra ciudad en el nombre de la capitalidad cultural que nadie sabe si la concederán a Córdoba.
De otra parte, sabido es por todos que la aparición de restos arqueológicos en las obras, éstas, serían paralizadas inmediatamente, y, viendo lo que tarda Cultura en dictaminar, se perderían de dos a tres años, en el mejor de los casos.Aún así, la clase política practica el desprecio absoluto hacia todo lo que no venga de "ellos". Y todo ocurre en una ciudad donde se anima a la participación con ideas, con opciones, para salvar el tipo de cara a la galería. En la trastienda se mueven entre la terquedad y la prepotencia.