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lunes, 2 de mayo de 2011

SOBRE LA ARQUITECTURA JURÍDICA EN LA GESTION DEL GUADALQUIVIR.

  Fue motivo de gran alegría la sentencia del Constitucional al retirar las competencias exclusivas en la gestion de la cuenca andaluza. Lo celebramos toda clase de colectivos, desde ecologistas, regantes, y, cómo no, los maltratados consecutivamente por la Agencia de Incompetentes del Agua, los que sufrimos dos inundaciones en nuestras viviendas en el corto intervalo de nueve meses. Tras la sentencia, la Junta de Andalucía tuvo una oportunidad de oro para quedarse calladita y aceptarla y así quedar bien con "sus colocados", pero no, es un pastel muy goloso y renunciar a la competencia exclusiva supondría defenestrar a una ingente cantidad de enchufados, y supondría la pérdida de una empresa pública más. Por todos es sabido que la Junta de Andalucía es la Autonomía con más empresa pública existente. Es muy difícil fiscalizar una empresa pública cuando la hegemonía política recae en un solo partido con mayoría absoluta durante 30 años. Ni una sola Comisión de investigación ha salido adelante, gracias a la apisonadora socialista. Tras la sentencia, el equipo jurídico de la Junta se puso en marcha. Se trataba de burlar la misma, con lo que los avispados políticos llaman "arquitectura jurídica", o lo que es lo mismo, escudriñar vacíos legales para no soltar tan preciado pastel. Al final, la Junta ha conseguido malgestionar la cuenca durante seis meses más, tiempo más que suficiente para que vuelvan a las andadas, para que inunden la vega por tercera vez, pues la caterva de inútiles, con su máximo jefe, nombrado a dedo no han entendido que los embalses no están para almacenar, sino para regular el cauce de los ríos. De un bien natural, la Junta ha hecho una empresa donde todo son beneficios, y me explico: Toda el agua extraida de rios, incluso pozos controlados pasa por un contador de consumo. El agua es un bien natural, pero en manos de especuladores que se amparan en la manida GESTION solo pretenden un ánimo de lucro. De otra forma, no se entiende la obsesión desmedida por almacenar, en lugar de regular. Y es que la Agencia de Incompetentes del Agua perdió toda credibilidad, toda confianza. Los trabajadores de la extinta Confederación Hidrográfica reniegan y piden volver a su antigüo status, no ser funcionario de la triple A.Aún así, la soberbia y la prepotencia siguen instaladas en la Junta, muy propio de ésta izquierda autodenominada "progresista". Tras el invierno, los "ilustrados" gestores dieron por concluidas las lluvias, pero abril ha demostrado lo contrario. Los embalses de Jaen, se encuentran a un 90 % actualmente. Desembalsar...lo justito. No se puede desperdiciar algo que nos sale gratis, y cobramos a precio de oro. Esto es lo que piensan desde la Junta, por lo que no es exagerado decir que volverán a inundarnos. Los cauces fluviales siguen sin limpiar. Es la eterna cantinela: no gastar un solo euro en infraestructuras y reparaciones y esquilmar al maltrecho agricultor.
  Bueno, no. Como estamos en precampaña electoral, el máximo responsable de la Agencia de Incompetentes del Agua, visitó Córdoba, poco antes de un anunciado corte de carreteras por parte del Consejo de Distrito de El Higuerón.Y lo hizo para "prometer" el arreglo de las CH2, CH3 y CH8, y así de paso, matar dos pájaros de un tiro: paralizar los cortes de carretera, y, de paso, una buena propaganda electoral de cara a las elecciones de mayo. Todos están radiantes de júbilo. Por fin, el ansiado arreglo de las carreteras, comprometido hace 10 años, por parte de la Administración. Pero hay que conocer al político y sus "malas artes". Llevan varios días limpiando de hierbas las acequias colindantes, en el tramo que va desde la Iglesia del Higuerón hasta El Portillo. Lo curioso es que las obras...¡no están ni tan siquiera licitadas!. ¿Adivinan qué ocurrirá tras las elecciones? Efectivamente: nada de nada.El engaño está servido, y por partida doble. ¿Qué le dirá el Consejo de distrito a los ciudadanos?. Culparán, claro está a la Agencia Andaluza del Agua, pero no olviden, que fueron ustedes quienes le recibieron, los agasajadores del personaje, culpables por acción, por connivencia con el despotismo. Y si no, al tiempo.