Posiblemente a estas alturas, todos estamos curados de espanto.Nada ni nadie nos sorprende en lo que concierne a la pésima gestión de nuestros gobernantes.Podría quedar ahí la cosa, pero no, tienen la virtud de irritar en su continuo deambular por la mentira y la soberbia. Y se quedan tan tranquilos, porque hicieron de la mentira una forma de vida, una rutina. Ayer, España entera vió el lamentable espectáculo de miles de ciudadanos que por dos veces, y en un plazo de 9 meses lo perdimos todo a raiz de las inundaciones provocadas, y no me cansaré de repetir, por la triple A (Agencia Andaluza del Agua) dependiente de la Consejería de Medio Ambiente, donde posiblemente estén los máximos responsables, los mismos que todavía siguen en sus despachos sin dimitir, porque no lo harán, al igual que tampoco reconocerán su impresentable forma de actuar, porque son parte de los tentáculos del Poder, y siguen al pie de la letra las consignas de quien les puso ahí. En agradecimiento, pues, desmentirán todo,como así lo hizo en el programa de Comando Actualidad Luis Rey, delegado de Medio Ambiente en Córdoba. Por enésima vez, volvió a repetir que todo fue provocado por la lluvia.La reportera dió en la diana cuando le dijo: "si, aparte de las lluvias ustedes desembalsan el problema se ve agravado".No, no, y no.Sólo la lluvia. El señor Rey, en sus declaraciones, breves declaraciones era una calcomanía de la subdelegada del Gobierno en Andalucía, Isabel Ambrosi0o. Nuevamente, volvió a apuntar que es posible que vuelvan a producirse episodios parecidos. No cabe una muestra más palpable de soberbia.Es como si, tras el primer desastre la consigna fuera clara: lluvias, nada de desembalses.
Andalucía no merece éstos impresentables que tenemos por gestores, pero qué podemos esperar si desde arriba lo consienten. Cuando un gestor pierde la confianza por una pésima e irresponsable gestión, debe ser cesado en su puesto, pero eso, mientras nos gobiernen éstos "ilustrados" no será posible. Aquí, en Andalucía, cuando esto sucede, los responsables siguen en su sillón, o se les crea un nuevo puesto de igual rango, porque parece ser que perder los "galones" es algo vergonzoso, humillante.Existe la maravillosa Agencia de colocación de la Junta, donde, a toda prisa se afanan en "colocar" a leales servidores. Tal vez porque presienten lo que se avecina, porque la mayoría de andaluces estamos hartos de señoritos sin cortijo, de señoritos de la pana de antaño, de ideario antagonista, pero sabiamente reconvertidos tras la llamada del pesebre. Tenemos la esperanza de que saldrán. No sabemos si quien venga lo hará mejor o peor. Lo que sí es cierto es que tras 30 años de hegemonía socialista, seguimos a la cola del resto de comunidades. Usted, señor Rey, era alguien desconocido, podría haber pasado desapercibido 20 años más, pero se hizo notar, y tuvo al igual que el resto de incompetentes de la Junta la oportunidad de la autocrítica, de reconocer un error, con un propósito de enmienda, pero se aliaron con la soberbia, temerosos de perder el despacho, las prebendas del cargo.Tenga la seguridad de que no nos echarán de nuestra casa, por muchas inundaciones que provoquen, porque, sencillamente no tienen la fuerza de la razón, la que nunca tuvieron en 30 años de desgobierno.Y ese día, cuando salgan, le puedo asegurán que los miles y miles de afectados por su incompetencia lo celebraremos. Y no pasará nada. Quienes fueron nombrados a dedo en agradecimiento a su mulitancia volverán a sus primitivos puestos. Será una caída de la cima, y que, por el bien de Andalucía deseo que no puedan escalar, para que vean la realidad desde abajo, para que no vuelvan a mirar por encima del hombro al "populacho",a los parias de su Internacional, al soberano pueblo que es el único capaz de ponerles, y, a la vez, de recordarles de dónde proceden.
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