Resulta curioso que el máximo responsable de la Agencia Andaluza del Agua en declaraciones a la Cadena Ser dijera no hace muchos días que lo ocurrido el 23 de febrero de 2010 no volvería a producirse. Pero ha ocurrido, y sigue sin dimitir. Si esto pasa en EE.UU., a estas horas habría alguien en la cárcel, pero estamos en España, en Andalucía, donde todo puede ser posible. No puedo por menos que sentir vergüenza al contemplar qué clase de políticos nos gobiernan, cómo se nombran los cargos de responsabilidad en cuestiones que atañen a la seguridad de todos los ciudadanos, quienes nos sentimos indefensos ante los gravísimos hechos ocurridos, provocados por la incompetencia e ineptitud de sus titulares.
A lo largo de estos días iré explicando las causas de tales despropósitos, porque les aseguro que tienen explicación, la que sus responsables en contradictorias ruedas de prensa ocultan al resto de los ciudadanos.
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