No sé tu nombre, querida funcionaria de la Subdelegación del Gobierno, al igual que tampoco sé si tu casa se ha incendiado alguna vez, o, si tu vecino de arriba te inundó tu vivienda por una tubería rota. Dudo, dudo mucho que tu puesto lo hayas conseguido por oposición porque tu forma de actuar no es la del funcionario cuya misión es servir al resto de ciudadanos en sus demandas.
Mi vecina y amiga fue a interponer un recurso porque consideraba que la limosna que nos va a dar la Administración no es la justa. Pero tú, querida funcionaria te pusiste al lado de los envidiosos que suspiran y anhelan el derribo de nuestras viviendas, construidas con mucho esfuerzo, con una luz que pagamos nosotros, con un agua potable (los que la tenemos) que pagamos nosotros. También pagamos la basura, con el consiguiente canon de depuración. Pero eso es lo de menos, querida funcionaria. No es tu misión hacer un juicio de valor, ni tu cargo (si lo tienes) te da derecho a mermar más si cabe la autoestima de quienes lo hemos perdido todo. Pero sólo desde el desconocimiento de la realidad caben comportamientos como el tuyo. No pedimos como tú, malévolamente interpretaste que el Gobierno "nos ponga el piso", sino la reparación de un daño ocasionado por la incompetencia de quienes nos gobiernan. Al César lo que es del César, querida funcionaria. Los ciudadanos que vivimos en la Vega del Guadalquivir, desde Jaén hasta Cádiz (¿Acaso sabes cuántos pueblos hay?) no retuvimos el agua en los embalses hasta cotas peligrosas. Como bien sabrás, la Agencia Andaluza del Agua comenzó a desembalsar en enero. (Llovía prácticamente a diario desde octubre de 2009). En éste blog puedes ver el nivel del embalse del Tranco el día 25/02/2010, después de la catástrofe. Nosotros no sustituimos a los ingenieros de los embalses. La Junta de Andalucía, sí. Comprendo que es la Administración la que te paga, querida funcionaria, pero no puedes olvidar que estás al servicio de los ciudadanos, que, a su vez, son los que engrosan las arcas de quien te paga.
A pesar de todo, no te guardo rencor, pero quiero que sepas que nadie está por encima de nadie, porque tal vez mañana tú seas otra víctima de la incompetencia de quien te paga.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deje aquí su comentario